El viernes se llevó a cabo la fiesta de La Noche de las Librerías en todo el país. En Minas una de las librerías que hizo un evento formidable fue en Librería Acuarela, que por séptimo año consecutivo participa del acontecimiento. Desde tempranas horas se pudo ver en la calle 25 de Mayo entre Washington y Batlle el intenso movimiento, hasta altas horas de la noche. Contó con la presencia de Nyzel García en representación del Instituto Nacional de Letras.

EN TORNO AL LIBRO

Consultada Charo Rodríguez, propietaria de Librería Acuarela, sobre qué evaluación hacía del evento, señaló que “hay una respuesta del público muy interesante. La evaluación es muy positiva y es muy gratificante, muy interesante ver que el público acompaña, los vecinos de Minas responden a la fiesta en torno al libro, que es el motivo central de La Noche de las Librerías, la presencia del libro, del librero, de la librería dentro de la ciudad y la gente relacionada con los libros que participa”.

PROGRAMA CUMPLIDO

Destacó el desarrollo de la programación, la presencia de un escritor minuano (Leonardo de León) presentando su último libro, “Ejercicios de creación asistida – Diálogo imaginario con una IA”, acompañado de Diana Cedrés como moderadora. Los Ratones de Biblioteca, un grupo de adultos mayores organizados por INMAYORES de MIDES y el Plan IBIRAPIÁ, leyeron algunos de sus trabajos y contaron un poco en qué consisten esos talleres. Lía Panero y Oribe Pereira, acompañados de Mónica García conversaron a 200 años del proceso de la independencia nacional. Hubo un conversatorio sobre la importancia del libro en la primera infancia y qué características tiene que tener el libro para la primera infancia con la doctora neuropediatra Luciana Salazar y las docentes Inés Suárez y María Odriozola. Y un final a toda música con la voz exquisita de Noelia Martínez.

PARTICIPACIÓN

Hubo stand de emprendedoras, con velas de todo tipo. Estuvo la Semillería del Cerro, exponiendo la belleza de sus plantas y sus flores hermosas; el artesano Alejandro Santos con sus trabajos en madera, creatividad, utilidad y hermosura. Y la gastronomía con las exquisiteces de Dulcebet y la barra de Mauro, con tragos con alcohol y sin alcohol y cerveza artesanal.

Rodríguez “feliz” por el “encuentro con el libro y con la vida”.