Los padres de Ferreres, que trabajan en el rubro gastronómico en la zona de Solanas, se expresaron en redes en las últimas horas.
“Lolita, eternamente en nosotros. Te amamos tanto, hija. Te arrebataron la vida en un segundo, tantos proyectos, tanto por vivir. Se tiene que saber que, cuando Lolita cumplió 18 años, le regalamos clases de manejo para que —como toda persona— pudiera tener su independencia”, escribieron.
“El segundo día, ¡el segundo!, un hijo de puta la chocó yendo en un coche escuela. Ella realizó una correcta maniobra. Desde ese día llegó llorando y nos dijo: ‘Yo no voy a poder’, y no quiso tomar ninguna clase más. ¿Es justo?”, agregaron.
También expresaron su enojo por el estado del tránsito en Maldonado:
“Todo el puto tránsito da asco. Hagan algo. Lo hecho no es suficiente: mueren inocentes. Lo último que voy a expresar con mayúscula porque es un grito: ‘Pígola, haga algo’”, en referencia al responsable de Tránsito de la intendencia.
“Estamos atravesados por el dolor y odiados. Por favor, suplico a quien corresponda: hagan algo. Abella, haga algo”, añadieron los padres, señalando al intendente de Maldonado.
“Punta Ballena da miedo cruzar. Rotondas, el repecho de Lussich es una rifa. Los accesos al barrio hacia la cancha de Punta Ballena son peligrosos. A mi hija y a Agustín los mataron —en el mejor de los casos— por dos imprudentes”, concluyeron.
Lola vivía junto a sus padres en la zona de Punta Ballena y desde febrero estaba de novia con Agustín Cajtak, a quien conocía desde hacía varios años, ya que ambos tenían pocos meses de diferencia de edad.